Limer-Cart es una empresa esencialmente familiar, basada en valores cristianos, que nació del trabajo duro y comprometido de un hombre y su esposa: Dom Elio y la Sra. Marilena, comenzaron esta historia en 1991, con gran voluntad y unión.

La Sra. Marilena participó en todo momento junto a Dom Elio en las tareas más diversas, desde la descarga de camiones hasta la emisión de notas.

Al principio, Limer-Cart fue una asociación entre Dom Elio y un socio, Soares, in memoriam, pero se desmanteló y se formó sobre las bases que la sostienen hasta el día de hoy.

Y esta esencia familiar, de confianza, unidad y compromiso, se fue expandiendo, en formas que dieron oportunidades a amigos y algunos familiares que se estaban convirtiendo en parte del crecimiento de la empresa.

La empresa empezó su trabajo con Cartón, de ahí el nombre Limer-Cart (Limeira – Cartón).

Estos cartones se cortaron inicialmente para adaptarse a las fábricas de dulces, envases de ajo, soporte para camisería etc., y también se usó celofán en varios productos porque es un papel transparente, y luego, cuando se adquirió su primera rebobinadora, Limer-Cart comenzó a comprar carretes.

En el año de 1994, Limer-Cart empezó a distribuir películas de polipropileno biorientado (BOPP), también producidas en ese momento por Votocel, que se convirtieron en la historia de éxito de la compañía, consolidando el slogan "BOPP es nuestro negocio".

Y en 1996 la compañía ya se destacó, liderando la distribución de películas BOPP en el mercado brasileño. Fue entonces cuando nos mudamos a una nueva unidad de 1.400 m² de área construida.

Durante este período, consolidamos nuestra propia flota, atendiendo a clientes en todos los estados brasileños.

Y el resto... es historia.

Una hermosa historia.

A pesar de las dificultades, la necesidad de renunciar a los momentos importantes con su familia y descansar, Dom Elio nunca, jamás pensó en darse por vencido.

No hay nada que le impida hacer lo que tanto ama: trabajar. Y ese amor se refleja en sus relaciones a lo largo de más de tres décadas.

Todos lo quieren, desde los empleados hasta los socios, desde los familiares hasta los clientes.

Él hace lo que sea necesario para ayudar, es famoso por ser bueno negociando con los clientes porque realmente entiende sus necesidades y busca atenderlos de la mejor manera posible.

De ahí viene la reputación de nuestra empresa: de estas bases sólidas, éticas y empáticas.

Y una reputación como esta solo se puede forjar sobre mucha confianza, construida día tras día, en el trato con los problemas, con las soluciones, con las innovaciones… con las personas.

Esta es Limer-Cart. Y estamos orgullosos de ser quienes somos.